El agradable clima que acompaña durante todo el año hace que Tenerife sea uno de los destinos favoritos para quienes busquen un refugio en el que disfrutar de un cálido invierno. Así, las playas que la isla alberga se convierten en el lugar perfecto para recibir el año y en el que pasar los meses de invierno. Aquí encontrará una selección de alguna de nuestras favoritas.
La Tejita, en Granadilla de Abona y Las Vistas, en Arona, son dos de las playas más populares y visitadas de la zona sur de Tenerife, y es que su arena fina, el cielo azul y el radiante sol que casi siempre acompañan las convierten en pequeños paraísos. En la playa de La Tejita entrará en contacto directo con la naturaleza a la sombra de una imponente montaña en forma de gigante y con vistas a un espléndido oleaje. Las Vistas, una playa urbana en pleno sur de Tenerife, es ideal para familias con niños que también quieran disfrutar de actividades acuáticas.
Rumbo al norte, le recomendamos que haga una parada en la playa de San Marcos, en Icod de Los Vinos. De arena negra volcánica y de aguas generalmente calmadas, es una joya en la que disfrutar en este rincón de Tenerife.
La zona costera de la conocida como Isla Baja también ofrece hermosas playas en las que pasar una agradable jornada junto al mar, ejemplo de ello son Agua Dulce, en Los Silos, de callaos y arena volcánica, o Playa Las Mujeres, en el litoral de Buenavista del Norte, una recóndita cala de arena volcánica y callaos que es todo un paraíso para los amantes de la naturaleza más salvaje.
Y sin apenas alejarse del área metropolitana se ubican algunas de las playas más frecuentadas tanto por los turistas como por los ciudadanos de Tenerife. Bajamar y La Punta del Hidalgo, en la costa lagunera, regalan una imagen fabulosa en la que no solo disfrutar de playa de arena sino también de charcos y piscinas naturales con el atractivo de la imagen del Teide al fondo. En Santa Cruz, cómo no, la emblemática playa de Las Teresitas, de arena rubia y aguas calmadas, uno de los emblemas de la ciudad, pero si prefiere un espacio mágico y casi virgen, no deje de acercarse a Benijo o al Roque de Bodegas, le aseguramos que la experiencia merece la pena.
Por supuesto, aproveche su visita no solo para tomar el sol, pasear por la orilla o darse un baño, y deguste la deliciosa gastronomía tradicional canaria en los restaurantes y chiringuitos que se ubican en nuestras playas.