Ingredientes:
1 cebolla mediana
2 tomates medianos
2 dientes de ajo
1 pimiento rojo pequeño
1/2 kg de garbanzos
250 g de costillas de cerdo saladas
100 gr. de tocino
1 trozo de chorizo
1 trozo de morcilla
1 cucharadita de pimentón dulce
1 hoja de laurel
Media cucharadita de pimienta blanca molida
Media cucharadita de comino
Unas hebras de azafrán
Una pizca de colorante
Antes de empezar
Poner las costillas saladas en agua fría durante 24 horas, cambiando el agua varias veces para desalarlas.
Dejar los garbanzos en remojo durante 12 horas.
Elaboración
Ponemos a cocinar en un caldero con abundante agua las costillas, quitando la espuma que suelten para poder dejar reservado el caldo resultante tras la cocción. Una vez que las costillas estén tiernas, añadimos los garbanzos, el chorizo, la morcilla, el tocino y la hoja de laurel y cocinamos a fuego medio.
Mientras, freímos en una sartén las tiras de pimiento rojo y reservamos. También hacemos un sofrito con la cebolla, que dejaremos pochar para añadir el tomate sin piel y una vez cocinado todo, pasarlo por el pasapuré. Añadimos los pimientos y el sofrito al caldero. En un mortero machacamos los ajos con la sal, los cominos, la pimienta y el azafrán y añadimos esta pasta a la cocción. Añadimos también el colorante y el pimentón dulce. Dejamos cocinar hasta que las garbanzas estén tiernas y en este momento sacamos las costillas y el chorizo; los cortamos en trocitos e incorporamos de nuevo. Ya podemos apagar el fuego y dejar reposar el guiso ¡está mucho mejor de un día para otro!
